martes, 13 de abril de 2021

MORBO CAÑÍ

España es maruja, cotilla, morbosa, curiosa. Hoy, leyendo EL PAÍS online, me encuentro con dos artículos sobre Miguel Bosé casi en "primera plana". Siempre he creído que a los profesionales hay que juzgarlos, si acaso, por lo que hacen y poco más; a un cantante por lo que canta, cómo canta, si aporta algo a la música, etc. La vida privada no debería ser algo de lo que hablar. La repercusión que han tenido los últimos años del inefable Miguel Bosé es tan grande que alguien como yo, ajeno a la televisión, está absolutamente al día, basta abrir un periódico para, leyendo los titulares, saber en el punto en el que nos encontramos. Por tomar partido, de manera frívola, siempre he estado de parte del otro, de su ex, supongo que por tratarse de una persona anónima, no tener un duro, etc.; uno tiende a ponerse del lado del más débil indefectiblemente. En las parejas cualquiera sabe, pero si te expones a los medios, aunque sea una vez, ya tienes tu alma vendida al diablo.
Entre estos dos artículos que aparecían en el periódico se coló otro mucho más interesante que hablaba de la vacuna cubana contra el COVID que, esperaban, estuviera disponible en verano. Cuba, pensé, hasta Cuba tiene su vacuna y España sigue esperándola como agua de mayo pues parece que será de lo mejor. Importante noticia porque precisamente por dinero no será, nadie dirá que Cuba es un país rico. Los políticos españoles tiene una oportunidad de oro para invertir en ciencia de una vez y dejar de quejarse por los pasillos. Europa sí, vale, pero ¿Europa unida? pocos la creemos así a estas alturas. Baste el bochornoso espectáculo acontecido en Ankara entre el presidente turco y la presidenta de la Comisión Europea Von der Leyen y los posteriores paños calientes ante este hecho. La diplomacia internacional debe ser algo tremendamente complejo, no lo dudo, pero la imagen débil que da Europa una y otra vez debería revisarse.
Miguel Bosé 1-UE 0.
Bebo Valdés, *Con poco coco.

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