Esta mañana tenía desayuno con un cliente, como así fue, y ya se intuía el calor que nos iba a deparar el día. Nosotros, tan poco acostumbrados a que suban mucho las temperaturas -aquí sufrimos una "ola de calor" puntual, afortunadamente-, lo pasamos mal con este tiempo; ahora 30°, una pasada. Yo vivo en el campo en busca del fresco, y en esta isla la diferencia entre la costa y las medianías puede andar por los 10° menos de temperatura, cosa que se agradece mucho. Cuando llegan las olas nos sumimos en una inversión térmica y es en estos días cuando hace aquí más calor que en la costa.
Llegué desayunado y hasta ahora estoy metido de lleno en buscar las opciones más baratas para las vacaciones de este año, por las que espero y desespero, y no es sencillo. Su uno dice sí a lo primero que le ofrecen, malo malo. Pero yo tengo paciencia y en ello sigo. Mientras Maria Callas canta.
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Samson Et Dalila, Saint-Säens
*Mon coeur, s'ouvre á ta voix
Rigoletto, Verdi
*Gualtier
Maldé!... caro nome
Anna Bolena, Donizetti
*Piangete voi… Al dolce guidami
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