Hoy escuché, de boca de una compañera de trabajo, cómo otro compañero le decía que prefería un hijo enfermo a maricón, recordándome al tristemente famoso "prefiero una hija puta a lesbiana"-. Luego, al llegar a casa y leer el periódico, me encuentro con estupor con la noticia sobre Alabama donde han prohibido el aborto incluso en los casos de violación e incesto (sic). ¿Llegaremos a ver como la intolerancia desaparece de nuestra sociedad? Da miedo ver cómo avanzamos en muchos aspectos y, en cambio, retrocedemos hacia las épocas más oscuras y rancias de nuestra civilización. Me gustaría saber si hoy queda alguna mujer republicana en Alabama, salvo la inefable legisladora republicana promotora de esta ley, una tal Terri Collins. Estos son los frutos de la Administración Trump. Ay pena, penita, pena.
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