domingo, 19 de mayo de 2019

EUROVISIÓN

Llamábamos mis amigos y yo Bodrioeurovisión al festival allá por los años en que nos reuníamos con tal disculpa para comer, no podemos ser más españoles. Aquel festival, con sus decorados cutres y pretenciosos, alarde de la técnica de la época, el otrora "dirige la orquesta", los puntos en francés,  el inefable Uribarri y sus vaticinios, Portugal Grecia, etc., etc. Ahora Eurovisión es otra cosa, ahora es un espectáculo grandioso con un despliegue técnico impresionante, todos los "decorados" digitales cambian una y otra vez y el resultado es espectacular, pura televisión. ¿El contenido? bueno, ya esto es otra cosa, música pop, simplona, fácil de escuchar. Este año la canción española era horrible, para qué nos vamos a engañar. Lo peor de la pachanga, por muy bien que lo hiciera el tal Miki, mucha moral para tan mal producto. Menos mal que con este nuevo invento de la doble puntuación no quedó en última posición. Con tanta buena música sorprende el nivel general de las canciones de Eurovisión, casi casi prescindibles y olvidables todas. Una cosa buena, sirve el festival como promoción turística del país anfitrión y eso siempre es bueno.
Por cierto, Madonna desafinó y su espectáculo fue flojo flojo.

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