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Jueves, 7 de septiembre de 2017
http://garciaenblog.blogspot.com.es/2017/09/mercedes-schwartz-una-luchadora.html?m=1
Bertold Brecht dejó para los
restos la célebre frase: “Pero hay hombres que luchan toda una vida: esos son
los imprescindibles”. La repescamos para honrar la memoria de Mercedes Schwartz
Esquivel, recientemente fallecida, funcionaria del Ayuntamiento de Santa Cruz
de Tenerife.
Su tenacidad fue indestructible.
Castigada desde niña por acontecimientos adversos, supo superarlos y aplicarse
en cada uno de los cometidos familiares y profesionales que hubo de encarar.
Nacida en la capital tinerfeña,
hija de Jose Carlos Schwartz y Jorgina Esquivel. Su padre fue el último alcalde
republicano de Santa Cruz. Con ocho años, vio cómo los agentes golpistas le
arrancaban de su casa. Fue un hecho que marcaría su vida, de ahí que se
propusiera encontrar los restos de su padre. Nada la arredró en ese sentido.
Era la última hija viva del alcalde Schwartz.
Fue militante de UGT y miembro
del comité de empresa. En circunstancias difíciles, cuando todavía las
libertades eran cuestionadas, luchó con denuedo por los derechos de los
trabajadores, sobre todo, en el ámbito de la administración local. A partir de
1977, decidió militar en el PSOE. Fue presidenta de la Agrupación Local de
Santa Cruz de Tenerife, cuando Néstor Padrón Santana, otro veterano
comprometido a fondo, ocupó la secretaría general.
Andaba el socialismo insular en
los albores del feminismo y la igualdad, cuando Mercedes ya daba ejemplo de
participación y de defensa de esos valores en comités y congresos de la
organización. Sin alharacas pero con una constancia admirable.
Una anécdota, contada por ella
misma. Cuando desde el ayuntamiento santacrucero le adelantaron que había
intención de rotular una calle a nombre de su padre y que eligiera ella misma
entre Residencial Anaga u otro distrito, respondió que prefería el barrio de La
Salud “pues allí hay muchos trabajadores y mi padre siempre les defendió”.
El sindicato y el Partido
Socialista, en un progresivo proceso de deshumanización, se olvidaron de
Mercedes Schwartz Esquivel, que durante mucho tiempo fue imprescindible. Porque
había encarnado los afanes, los ideales, la causa, la entrega y el compromiso.
Porque no quiso saber nada de rendición.
Pero la política de ahora es así de cruelmente olvidadiza. Aunque se
haya luchado toda la vida.
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