Por qué esta es la mejor foto que ha publicado nunca un
político en Instagram
Es de Obama, tras su reelección en 2012, y ostenta el récord
de comentarios en la cuenta de un dirigente. Un estudio la reivindica.
Mirando hacia abajo, luciendo una media sonrisa y semioculto
por una nube de papelitos de colores; no de colores elegidos al azar, sino los
de la bandera de Estados Unidos. De algún modo empequeñecido en medio del remolino
rojo, blanco y azul, pero engrandecido desde la perspectiva del fotógrafo (un
escalón por debajo). Barack Obama (o alguien de su equipo) subió esta foto a
Instagram el 7 de noviembre de 2012, para celebrar su reelección. Iba
acompañada de un escueto mensaje: “Thank you” (Gracias). Es la imagen de un
político que más ruido ha generado en esta red social: 313.000 “me gusta” y más
40.000 comentarios. Se puede afirmar, por tanto, que es la más efectiva, según
un estudio reciente de la consultora internacional Burson-Marsteller.
El mismo trabajo de investigación desvela, a partir de un
riguroso estudio de datos, que Barack Obama fue el primer líder mundial en
crearse un perfil en la red social de los aficionados a la fotografía; se
inscribió en enero de 2012, precisamente para su campaña de reelección. Con más
de 6,2 millones de seguidores, es el más apreciado mandatario internacional. Su
cuenta es también la que más tráfico genera: cada post consigue más de 56.000
interacciones (entre comentarios y 'me gusta'). Le sigue de lejos el primer
ministro ruso, Dmitry Medvedev, con 2 millones de seguidores y una media de
25.000 interacciones. Para lograr el éxito viral, añade la consultora, hace
falta perseverancia: muchos dignatarios se aburren y desatienden sus cuentas al
poco de haberlas creado.
“Instagram les permite mostrarse auténticos, de verdad, y
plasmar que son personas como nosotros. Entiendo que algunos quieran preservar
su intimidad, pero yo en general no lo veo nada mal; al revés”, opina Mª Angels Casanovas, coach
corporativa de Ciudadanos, que también trabaja con otros políticos. Para ella,
una foto en un acto público debe irradiar esencialmente dos cosas: una,
autenticidad. “Aunque esté preparada, si realmente refleja lo que tiene sentido
para esa persona, está bien. Si es para mostrar su honestidad, su integridad,
perfecto”. La segunda, cercanía. “Un político sin empatía ya se puede retirar.
Es muy necesaria: cuanto más cercanos sean, mejor. Tienen que resultar creíbles,
verdaderos”, afirma.
El gancho de la imperfección
La exitosa foto de Obama no es ni por el asomo la más
favorecedora del presidente. Ni siquiera es en la que mejor se le ve. ¿Qué la
hizo tan popular? Precisamente su imperfección: no se parece en nada a las
pulcras instantáneas que empapelan las paredes en campaña electoral. “Tiene
ciertos desenfoques, y como un manchurrón blanco en medio”, señala Olmo
González, profesor de la escuela de fotografía Blank Paper (Madrid) y
miembro del colectivo de fotógrafos del mismo nombre. “Está lejos de la imagen
típicamente publicitaria, lo que le da un toque más cercano y natural. Las
imágenes publicitarias las interpretamos como un medio para vendernos algo. La
imperfección, en cambio, pone al personaje al nivel de cualquiera de la calle”.
Por supuesto, ninguno de los elementos de la imagen
(colores, encuadre, composición) es casual. “El fotógrafo está por debajo de
él. Es una técnica que se utiliza mucho en las imágenes de propaganda, muy
sutil, pero que aporta un aire de grandeza al personaje”, añade Olmo González.
“La imagen de Obama está en la parte inferior derecha del recuadro, lo que
respeta la dirección de la mirada del espectador”. Según este experto, tampoco
le falta simbolismo. “Es una foto festiva, de celebración. Los confeti pueden
dar a entender que son lanzados por toda la gente del país, que lo rodea”. El
gesto de Obama denota modestia, humildad, sometimiento a lo que representan los
papeles de colores.
Pero, por encima de todo, es la foto del personaje adecuado
en el instante oportuno. “Esta imagen, con esta estética, replicada en
cualquier otro momento no habría funcionado de la misma manera. Cuando hablamos
de una foto que se ha hecho viral lo más importante son los metadatos: quién
sale en ella, en qué momento se sube. Un fenómeno viral se puede conseguir con
una foto mala también”, agrega este fotógrafo. Por cierto, Mariano Rajoy no
sale mal parado en la valoración que hace Burson-Marsteller del uso de Instagram
por parte de los líderes mundiales, con una alabanza a su
creatividad en campaña.
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