sábado, 13 de febrero de 2016

RITZ

Sé que no es una película de Oscar, ni la mejor de Harrison Ford, hasta acepto que es algo simplona, pero me sigue gustando cuando la veo. Me parece que capta perfectamente el mundo pijo de Nueva York, que en el fondo es igual de superficial y materialista que en cualquier parte del globo, la amistad, el poder. Un hecho fortuito lo cambia todo -¿el destino?- y el protagonista es el que acaba cambiando todo su mundo. Sin duda vale la pena verla de nuevo.

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