Corría el año 1982 y yo me encontraba viviendo en Las Palmas de Gran Canaria estudiando Arquitectura, Allí ya había hecho buenos amigos y con uno de ellos, Luis, fui al cine Universal, en la zona del Parque Santa Catalina, ya desaparecido (¿o tal vez no?) a ver Gandhi. La película me gustó mucho, pero no la recuerdo precisamente por ello sino porque habíamos tenido una entrega ese día de Análisis y en aquellos días ya estaba aprendiendo, a marchas forzadas, lo que era dormir poco y aguantar la película sin dormirme fue toda una hazaña. Claro que, pensándolo mejor, igual me dormí.
▬
Muere Richard Attenborough, actor
de corazón, director de cabeza
El realizador de ‘Gandhi’, por la
que ganó ocho Oscar, fallece a los 90 años.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/08/24/actualidad/1408915054_838486.html
Fue un actor de carácter y un
director de cabeza; un intérprete de corazón y músculo, y un realizador de
piel. Richard Attenborough murió ayer,
cuando le faltaban apenas cinco días para cumplir 91 años, dejando como legado
un puñado de actuaciones memorables en cine, casi siempre en papeles
secundarios, y otro buen manojo de buenas películas como director. Entre ellas,
y a pesar de los numerosos premios por Gandhi, su obra más conocida, una
obra maestra incontestable:Tierras de penumbra, de 1993. Como director, labor
en la que terminó siendo más conocido por el público, debutó tarde, ya a los 46
años, y cuando llevaba a sus espaldas una amplia experiencia teatral y
cinematográfica, con ¡Oh, qué guerra tan bonita! (1969).
A partir de ahí, se especializó
en superproducciones de lujo del cine británico, con multitud de roles y
extras, múltiples localizaciones, larguísimo metraje y normalmente inspiradas
en hechos históricos de gran importancia y personajes reales. El joven
Winston (1972), su segunda película, ya rememoraba una de las
personalidades más importantes del siglo XX británico, Winston Churchill,
aunque centrándose en la época de su vida menos conocida, la previa a la
política, como soldado de la guerra anglo-bóer. Y en la siguiente Un puente
lejano (1977), ambientada en la II Guerra Mundial, ya se notaba su buena
mano para conjuntar amplios repartos de estrellas internacionales: Sean
Connery, Dirk Bogarde, Gen Hackman, Michael Caine, Liv Ullmann, Robert Redford
y un largo etcétera. Tras la fallidaMagic (1978), basada en una novela de
William Goldman, en la que nunca supo atrapar con imágenes la inquietud del
texto, le llegó el gran éxito en los Oscar con Gandhi (1982), biopic
sobre el líder y pensador indio, con la que obtuvo ocho de los 11 premios a los
que fue candidata la película, además de cuatro Globos de Oro y cuatro premios
Bafta del cine británico. Gandhi era un prodigio de ambientación,
mesura, calidez y narración, pero quizá una de esas obras tan aparentemente
perfectas que dejan más huella en los anales que en las memorias cinéfilas.
A partir de ahí, su carrera
siguió por semejante senda, con trabajos como Chorus line (1985), en
la que viró hacia el musical, Grita Libertad(1987), sobre el apartheid sudafricano, Chaplin (1992),
muy superficial visión del inmortal cómico, y prototipo de su cine académico
pero gélido, y En el amor y en la guerra (1996). Un molde del que se
descolgó con maravillosa profundidad en Tierras de penumbra, sin duda su
mejor obra detrás de la cámara. Biografía para la gran pantalla del escritor
británico C. S. Lewis, el autor de Las crónicas de Narnia, viró en su
costumbre habitual, abarcar toda la existencia de sus personajes, para
centrarse en un arco mucho más corto pero intenso: su amor otoñal con la
poetisa estadounidense Joy Grensham. De una edad semejante a la de su
protagonista, Attenborough, con la ayuda de su insigne actor, Anthony Hopkins,
plasmó el dolor del amor y la enfermedad, la timidez y el ardor, como pocas veces
se ha logrado en el cine, con un relato al mismo tiempo amargo y precioso,
esperanzador y desgarrador.
Tras sus dos últimas películas Búho
gris (1999) y Cerrando el círculo(2007), menores en su carrera, se
retiró de la dirección. Previamente a su labor al frente del objetivo, trabajó
en numerosas películas como secundario de lujo. Debutó en 1942, nada menos que
con David Lean y a los 19 años, con Sangre sudor y lágrimas, a la que
siguieron, entre otras, A vida o muerte, La gran evasión, El
vuelo del Fénix, El estrangulador de Rillinton Place, su mejor actuación
como protagonista, dando vida a un enfermizo asesino, El factor humano y Parque
Jurásico, ya como anciano, todas ellas a las órdenes de grandes de la dirección
como Michael Powell, Emeric Pressburger, John Sturges, Robert Aldrich, Richard
Fleischer, Otto Preminger y Steven Spielberg.
En silla de ruedas desde que
sufriera una caída hace seis años, Attenborough estaba casado con la actriz
británica Sheila Sim desde 1945, con la que tuvo tres hijos, de los que uno de
ellos, Jane, la mayor, perdió la vida junto a su nieta Lucy y su consuegra Jane
en el tsunamien el Océano Índico de aquel año 2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario