miércoles, 12 de enero de 2011

CRÓNICA DE UN DÍA CUALQUIERA

¿No dicen que a quien madruga dios le ayuda? Yo quiero pensar que, como tantos, el refrán da en el clavo. Resumiendo, que hoy no he parado. Levantarme temprano no es problema, ya estoy acostumbrado, pero se supone que durante las vacaciones, siempre merecidas, uno duerme un poco más de lo normal; pero no, de eso nada. Estaba ya en el estudio como las gallinas, habiéndome, aún yendo en moto, chupado la cola de los colegios. Desayuno frugal en el bar del barrio, un par de e-mails enviados (semillitas los llamo yo) y a la obra de las 42 Viviendas en El Sobradillo.
Hoy teníamos dos problemas, uno era el replanteo de dos tramos de escalera y la solución constructiva de la fachada correspondiente a los portales, resuelta con paneles "Trespa"de colores.
De allí bajé raudo al Colegio de Arquitectos en Santa Cruz a recoger una carpetas, donde siempre te da la bienvenida la escultura de Chirino "Lady Tenerife".
Aproveché de novelero para salir a la azotea a ver si fotografiaba algo de interés y me encuentro con una mole atracada en el muelle, un súper crucero de la compañía MSC que sobresalía del modesto skyline de la ciudad.
Vuelta a mi casa, un rato con mis perritas y a almorzar con mi amiga Isa la bibliotecaria (siempre una compañía amena, culta y placentera). Después de rematar la comida un un quesillo compartido vuelta a motorizarme, esta vez hacia Tejina, a entregar las carpetas mañaneras.
Aprovecho para echarle un ojo por encima a la obra de las dos viviendas que hago allí, leeeeenta leeeeenta. La tercera de ellas, pues tres eran tres, por ahora se ha quedado en el camino, aún sin saber si es por la crisis o por el dichoso viario del nuevo Plan General. C'est la vie!
Ya en casa.
¿Me apetecerá ir al cine? No sé yo...

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