El Estado rechaza mejorar Puerto de Naos para proteger peces y cuevas.
Cinco años después de que Costas remitiera el proyecto de regeneración de la playa del barrio turístico de Los Llanos de Aridane a otro departamento del mismo Ministerio para evaluar el impacto medioambiental, se concluye que no es adecuado ejecutar una actuación de 12 millones porque afectaría al medio marino.
M. CHACÓN, Los Llanos
La Secretaría de Estado de Cambio Climático ha publicado una declaración de impacto ambiental negativa sobre el proyecto de estabilización, regeneración y acondicionamiento de la playa de Puerto de Naos, en Los Llanos de Aridane. Cinco años después de que la documentación entrara en el Ministerio de Medio Ambiente (la tramitación de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental se inició el 29 de julio de 2005) se concluye que no es adecuado actuar en la zona por su afección al medio marino. El objeto del proyecto, con 12 millones de presupuesto, es recuperar la superficie de playa con la aportación de 24.000 metros cúbicos de arena y grava, además de la construcción de un dique sumergido de 260 metros. Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), a pesar de las medidas y controles propuestos por el promotor, que curiosamente es la Dirección General de Costas perteneciente al mismo Ministerio, "se considera que las actuaciones previstas pueden generar impactos ambientales significativos sobre el medio marino, entendiendo que "una intervención costera de este tipo no es coherente con los criterios que llevaron en su momento a declarar la zona como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Franja Marina de Fuencaliente". Para llegar a esa conclusión, tras un extenso análisis de los pormenores medioambientales en todo el espacio marítimo-costero afectado (55.200 metros cuadrados), se exponen hasta 10 inconvenientes (ver lista), entendiendo que la actuación , tal y como está prevista, es "incompatible con el mantenimiento de las condiciones ecológicas actuales". La Secretaría de Estado de Cambio Climático cree que el proyecto causará efectos negativos significativos sobre el medio ambiente y considera que las medidas previstas por el promotor no son una garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación. Se refiere, entre otras afecciones, al impacto que la actuación provocaría en muchas especies marinas protegidas y catalogadas por ser vulnerables o estar amenazadas, algunas en proceso de regeneración dentro de la Reserva Marina de Fuencaliente, situada a 1.500 metros al sur. Además, se han contabilizado hasta 8.330 cuevas sumergidas o semisumergidas que podrían verse dañadas. Entre los inconvenientes incluidos por el departamento estatal, en base a informes de multitud de organismos de diferentes niveles de la Administración, también destaca uno de carácter más económico o empresarial que ambiental, como la interferencia negativa del proyecto en la actividad de cultivos marinos de doradas y lubinas situada entre Tazacorte y Tijarafe, a unos 10 kilómetros.
Cinco años después de que Costas remitiera el proyecto de regeneración de la playa del barrio turístico de Los Llanos de Aridane a otro departamento del mismo Ministerio para evaluar el impacto medioambiental, se concluye que no es adecuado ejecutar una actuación de 12 millones porque afectaría al medio marino.
M. CHACÓN, Los Llanos
La Secretaría de Estado de Cambio Climático ha publicado una declaración de impacto ambiental negativa sobre el proyecto de estabilización, regeneración y acondicionamiento de la playa de Puerto de Naos, en Los Llanos de Aridane. Cinco años después de que la documentación entrara en el Ministerio de Medio Ambiente (la tramitación de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental se inició el 29 de julio de 2005) se concluye que no es adecuado actuar en la zona por su afección al medio marino. El objeto del proyecto, con 12 millones de presupuesto, es recuperar la superficie de playa con la aportación de 24.000 metros cúbicos de arena y grava, además de la construcción de un dique sumergido de 260 metros. Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), a pesar de las medidas y controles propuestos por el promotor, que curiosamente es la Dirección General de Costas perteneciente al mismo Ministerio, "se considera que las actuaciones previstas pueden generar impactos ambientales significativos sobre el medio marino, entendiendo que "una intervención costera de este tipo no es coherente con los criterios que llevaron en su momento a declarar la zona como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Franja Marina de Fuencaliente". Para llegar a esa conclusión, tras un extenso análisis de los pormenores medioambientales en todo el espacio marítimo-costero afectado (55.200 metros cuadrados), se exponen hasta 10 inconvenientes (ver lista), entendiendo que la actuación , tal y como está prevista, es "incompatible con el mantenimiento de las condiciones ecológicas actuales". La Secretaría de Estado de Cambio Climático cree que el proyecto causará efectos negativos significativos sobre el medio ambiente y considera que las medidas previstas por el promotor no son una garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación. Se refiere, entre otras afecciones, al impacto que la actuación provocaría en muchas especies marinas protegidas y catalogadas por ser vulnerables o estar amenazadas, algunas en proceso de regeneración dentro de la Reserva Marina de Fuencaliente, situada a 1.500 metros al sur. Además, se han contabilizado hasta 8.330 cuevas sumergidas o semisumergidas que podrían verse dañadas. Entre los inconvenientes incluidos por el departamento estatal, en base a informes de multitud de organismos de diferentes niveles de la Administración, también destaca uno de carácter más económico o empresarial que ambiental, como la interferencia negativa del proyecto en la actividad de cultivos marinos de doradas y lubinas situada entre Tazacorte y Tijarafe, a unos 10 kilómetros.
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