Queridos todos:
Aún sin Internet en el barco, desde donde escribo mientras esperamos que zarpe hacia Picton, nuestro puerto de destino, primer punto de la segunda parte del viaje en la isla sur, me dispongo a contarles esta nueva crónica de nuestro periplo neozelandés.
Creo recordar que nos quedamos en Turangi, después de una tarde de escalada y donde preparamos el siguiente día con nuestra buena colección de mapas, road y camping atlas. En el "Climbing Indoor Cafe" aprovechamos para tener una conversación con el lugareño que regentaba la cafetería, y que nos habló acerca de las bondades del país, de la suerte que tenía de vivir aquí, de lo preciosa que nos iba a resultar la isla sur, etc. Se había mudado hacía poco a Turangi y vivía en una casa cerca, con su mujer, siendo el new owner del local. Su horario, 9:00-16:00h. Calidad de vida, sí señor.
De Turangi a Taranaki atravesamos parte de la isla por la "Forgotten World Highway", que nos adentró a la Nueva Zelanda profunda. Al entrar ya te anunciaban 150km sin gasolineras, o sea sin civilización. Hay zonas del país que está realmente despobladas. Recordemos que la población del país es de unos 4.000.000 y que en la isla norte viven 3 millones, por lo que en la sur nos encontraremos mucha menos población. La cosa promete.
Taranaki es la zona del oeste de la isla norte con un volcán en el centro y un parque nacional en su falda, completamente circular. El monte Egmont, o Taranaki en maorí, aún conserva nieve, por lo que la excursión fue agradable pero bastante fresquita. Nos dimos un salto a las cataratas Medows Falls junto a una familia de japoneses que miraban el paisaje a través de una videocámara y que no sé cómo no se cayeron por las escaleras imposibles que bajaban hacia donde caía el agua. Eso sí, muy educados y siempre dejándonos pasar con un amable you go fisrt con un constante movimiento de cabeza. We went first. Pasamos la noche en Cape Egmont con el Mar de Tasmania detrás y el faro y el volcán delante; una estupenda habitación con vistas. Unas horitas en Oakura, larga playa de surferos, campeonato de windsurf aplazado por falta de viento. De aquí conducción hacia Wellington.
Ya en Wellington aparcamos las auto caravanas en un parking free los fines de semana, en el puerto, junto al New Zealand Museum, que visitamos durante esta mañana. Cena en un portugués-hindú y paseo por el centro completamente muerto a las 10 de la noche (y eso que era sábado). Aquí el ritmo es completamente diferente al nuestro, no cabe duda. Wellington es una ciudad abierta al mar, con un largo paseo marítimo, barcos, viviendas en las colinas que la circundan y con un buen ambiente los domingos por la mañana. NOTA: desde las 8am ya podemos ve a niños pequeños, incluso bebés, paseando por los parques con sus padres. En bicicleta por el paseo, en la zona de juegos de los parques y hasta en la playa. Sushi para comer antes de embarcar y poco más. Nada más llegar a Picton saldremos hacia el este de la isla sur, con intención de pasar la noche en un camping en Kaikoura, desde donde embarcaremos nuevamente mañana para ver ballenas.
Seguiremos informando.
Aún sin Internet en el barco, desde donde escribo mientras esperamos que zarpe hacia Picton, nuestro puerto de destino, primer punto de la segunda parte del viaje en la isla sur, me dispongo a contarles esta nueva crónica de nuestro periplo neozelandés.
Creo recordar que nos quedamos en Turangi, después de una tarde de escalada y donde preparamos el siguiente día con nuestra buena colección de mapas, road y camping atlas. En el "Climbing Indoor Cafe" aprovechamos para tener una conversación con el lugareño que regentaba la cafetería, y que nos habló acerca de las bondades del país, de la suerte que tenía de vivir aquí, de lo preciosa que nos iba a resultar la isla sur, etc. Se había mudado hacía poco a Turangi y vivía en una casa cerca, con su mujer, siendo el new owner del local. Su horario, 9:00-16:00h. Calidad de vida, sí señor.
De Turangi a Taranaki atravesamos parte de la isla por la "Forgotten World Highway", que nos adentró a la Nueva Zelanda profunda. Al entrar ya te anunciaban 150km sin gasolineras, o sea sin civilización. Hay zonas del país que está realmente despobladas. Recordemos que la población del país es de unos 4.000.000 y que en la isla norte viven 3 millones, por lo que en la sur nos encontraremos mucha menos población. La cosa promete.
Taranaki es la zona del oeste de la isla norte con un volcán en el centro y un parque nacional en su falda, completamente circular. El monte Egmont, o Taranaki en maorí, aún conserva nieve, por lo que la excursión fue agradable pero bastante fresquita. Nos dimos un salto a las cataratas Medows Falls junto a una familia de japoneses que miraban el paisaje a través de una videocámara y que no sé cómo no se cayeron por las escaleras imposibles que bajaban hacia donde caía el agua. Eso sí, muy educados y siempre dejándonos pasar con un amable you go fisrt con un constante movimiento de cabeza. We went first. Pasamos la noche en Cape Egmont con el Mar de Tasmania detrás y el faro y el volcán delante; una estupenda habitación con vistas. Unas horitas en Oakura, larga playa de surferos, campeonato de windsurf aplazado por falta de viento. De aquí conducción hacia Wellington.
Ya en Wellington aparcamos las auto caravanas en un parking free los fines de semana, en el puerto, junto al New Zealand Museum, que visitamos durante esta mañana. Cena en un portugués-hindú y paseo por el centro completamente muerto a las 10 de la noche (y eso que era sábado). Aquí el ritmo es completamente diferente al nuestro, no cabe duda. Wellington es una ciudad abierta al mar, con un largo paseo marítimo, barcos, viviendas en las colinas que la circundan y con un buen ambiente los domingos por la mañana. NOTA: desde las 8am ya podemos ve a niños pequeños, incluso bebés, paseando por los parques con sus padres. En bicicleta por el paseo, en la zona de juegos de los parques y hasta en la playa. Sushi para comer antes de embarcar y poco más. Nada más llegar a Picton saldremos hacia el este de la isla sur, con intención de pasar la noche en un camping en Kaikoura, desde donde embarcaremos nuevamente mañana para ver ballenas.
Seguiremos informando.
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