Una agradable noche la del viernes para cenar sushi tras haber acudido al concierto de la Orquesta Sinfónica de Tenerife en la calatravada. En moto, por aquello del caos de tráfico sobre todo a la salida, con mi libro del Conde de Montecristo para pasar el rato antes de entrar a la sala, tuvimos la oportunidad de asistir a un concierto con música de John Williams (1), Gershwin (2) y Marco Mezquida (3), éste con dos propinas finales.
Empiezo por el 3, Marco Mezquida. Había escuchado su música en Spotify y me gusta, una mezcla interesante que en momentos me recordó a Pat Metheny, toques de jazz, flamenco, folklore... La obra escogida fue su concierto para piano y orquesta "Talaiot". Me gustó, sí, pero me pareció un compendio de todo lo que le debe gustar al compositor en un mismo concierto; todas sus joyas encima. Al final nos regaló dos propinas, interpretadas con gran virtuosismo, sin duda, pero que me parecieron música de ascensor, dios me perdone.
Ahora la primera obra del programa, un homenaje a John Williams con un popurrí de su obra fílmica, tan popurrí y con tantos pequeños fragmentos de su conocidísima música que resultó un pastiche importante.
menos mal que el concierto lo salva siempre la Orquesta, siempre a la altura, magnífica. La obra nº2, un poema sinfónico de la ópera Porgy and Bess de Gershwin. Fantástico.
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Marco Mezquida, *Letter to Milos.
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