Mozart, "Die Zauberflöte". *La reina de la noche.
No había tenido la oportunidad, hasta ayer, de compartir un par de horas con un genacionista conspiranoide y saber de primera mano cómo funciona su cabeza. Buen amigo desde hace muchos años, compañero de trabajo también, me recogió en casa para una cena temprana en el camino La Villa de La Orotava. Cena rica y frugal con conversación surrealista, cuando menos.
Los temas, todos concurrentes, giraron en torno al (no) cambio climático, la (no) crisis pandémica, el Fondo Monetario Internacional, la políticaquenociencia, la Agenda 20-30, el Foro de Davos, las elecciones... Reconozco que costó meter baza en la conversación con un interlocutor tan vehemente, pero tuve que hacerlo, no me quedó otra; estar callado educadamente lo aguanta uno un rato, pero hacerlo indefinidamente cuesta. El cenit llegó en el momento de asegurar que todo, TODO, está ya dispuesto y que la Humanidad no tiene salvación. Desde un programa mundial que elimine la lluvia en el planeta redundando en la necesidad de comer insectos para poder sobrevivir (ya conozco la ubicación de tres macroplantas de insectos instaladas en Europa) hasta una declaración de la ONU para que los niños puedan tener relaciones sexuales con quien quieran.
Argumentos todos desarrollados con seriedad hasta el frenesí, asumidos completamente por mi amigo; ¿y si tuviera razón? Da miedo.
¡Ah! Mi amigo, por supuesto, tampoco vota porque todo está manipulado por el grupo INDRA. Ahí lo dejo.
♫
Dean Martin, *Gentle on my mind.
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