José Ferreras, senador vitalicio y periodista, era miembro del Partido Constitucionalista, liberal-Sagastasista y destacado anti-taurino, Manuel Navarro Murillo, escritor, pacifista, teosófico. En 1881 presenta en Cádiz su libro “Contra las corridas de Toros”.
Eduardo Andradas. La Mirada NORTE, 16.08.2021
https://www.lamiradanorte.com/el-intelecto-historico-de-espana-contra-la-tauromaquia
Ramón de Mesoneros Romanos, escritor, de exaltado veinteañista a conservador tibio en los últimos años de su vida. Adversario de la tauromaquia mediante la columna y la tertulia. José Selgas, poeta y diputado conservador a mediados del siglo XIX hizo sátira de las corridas de toros.
Luis Vidart, historiador y escritor. Católico-Liberal termino en el Krausismo pesimista. – José Navarrete. Gaditano, diputado Liberal y ex teniente coronel de Caballería. Escritor. Carlos III Rey de los reinos de España entre 1759-88, canceló la tauromaquia haciendo valer la opinión del Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla y secretario de estado de Carlos IV, monarca que también prohibió las corridas de toros en 1805. Melchor Gaspar de Jovellanos iniciador del liberalismo ibérico, consideraba que los toros eran poco didácticos para la gente.
Otros antitaurinos de la historia de España fueron el socialista y escritor Eugenio Noel que alentó con su pluma un sentimiento contrario a los toreros y al entorno que lo rodeaba. El fundador del partido donde militaba el literato Madrileño, Pablo Iglesias Posse, que según el ex dirigente del Partido Socialista Pablo Castellano exclamaba “Nadie puede estar en las filas de la izquierda si está a favor del maltrato a los animales. Vamos, a Pablo Iglesias le hablaban de los toros y blasfemaba”.
En 1894 se debatió en el Congreso de los diputados una ley que quería hacer desaparecer la tauromaquia del país que tuvo el voto a favor del jefe del Partido Carlista Matías Barrio de Mier, del liberal progresista y diputado por Asturias Manuel Pedregal y Cañedo, de los ex presidentes de la I República Nicolás Salmerón y Pi y Margall y contó con el apoyo afirmativo del diputado liberal moderado y escritor Fernando Soldevilla. La propuesta fue trasladada al hemiciclo por Tiberio Ávila miembro del Partido Republicano Centralista.
Más moderna es la postura del naturalista, Félix Rodríguez de la Fuente, que manifestaba;
«La fiesta nacional es la exaltación máxima de la agresividad humana.»
Saliendo de España y hablando de Roma, el erudito Cicerón, se opuso a los espectáculos sangrientos con animales, a los que se sumó en el siglo XVI el Papa Pio V que prohibió los espectáculos taurinos.
Cuando estamos a las puertas de un intento de fiestas en Sanse, con altos índices de positividad por Cov19 todavía y en la que se quiere volver a activar la “fiesta” de los toros, recordar que más allá de las ideologías o tendencias políticas, la tauromaquia recibió a lo largo de nuestra historia el rechazo de reyes, papas, filósofos, escritores, políticos o poetas. Por algo sería, ¿no?
Dejo este artículo como reflexión para quien considere que la tauromaquia es parte de la cultura añosa de España.
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