Eric Calpton. *Change the World.
Se celebró esta pasada semana el Orgullo en toda España, más importante este año si cabe por la involución que planea sobre nuestras cabezas, una celebración más (o una menos, según se mire) hasta que este día no sea necesario, verdadera meta. Cuando lo diferente, que no raro, forme parte de la vida de todos, lo habremos conseguido. Baste decir que, como pelirrojo, cuando era pequeño se nos veía como bichos raros y mucha gente llegaba a tocarse la cabeza al cruzarse conmigo porque los pelirrojos traen mala suerte. Dicho lo dicho, ¿a quién le importa?
Puentes quemados, ya no hay marcha atrás. Hemos estado este fin de semana de anticipo de mudanza, empezando por el garaje, ordenando o desordenando, que es lo mismo a estas alturas, desprendiéndonos de cosas varias, desplazamientos al punto limpio, cajas de cartón, cinta de empalar, basura y caos. Queda ya poco para que el traslado se haga efectivo; sigo a la espera de saber cómo encajarán las piezas profesionales, aún en el aire.
Fin de semana dedicado a la casa con su domingo depresivo incluido, como no podía ser de otra manera. Tarde de preparación para este lunes en el que empieza el nuevo mes que nos traerá calor, elecciones y vacaciones para muchos -menos gente en la oficina, ésta es mi mayor esperanza-, concentrado en el trabajo acumulado y en el cénit que llegará en un par de meses. Muchos cambios para tan poco tiempo, sin duda augurio de tiempos mejores. Cheers!
Lunes, 5:00am, comienza la semana con una reunión programada para las 13:00h que se prevé dura, intensa, necesaria. A ver qué nos depara; yo podría decir tantas cosas en ella.
Primer café de la mañana escuchando la radio del bar, dial desconocido (me inclino por la COPE, aunque no puedo asegurarlo), con la arenga más reaccionaria que he escuchado en mucho tiempo. Extraigo lo poco que recuerdo porque, tras preguntar al camarero y amigo ¿qué escuchamos en la radio?, éste cambió de canal raudo, entre avergonzado y espantado o ambas cosas o simplemente para contentar a ese cliente con cara de espanto [yo].
¡buenos días!_lo que está pasando en Francia es importante y más la cobertura repugnante de gran parte de los medios de comunicación tanto en Francia como en el resto de Europa_la extrema izquierda se ha apoderado del país, allí como en España con Sánchez, los comunistas defienden que la policía no les representa porque si fuera en Venezuela la cosa sería diferente_allí tenemos a los musulmanes y aquí a ETA y a los radicales de la extrema izquierda catalana_este grupo de magrebíes, la tercera generación de los que llegaron de las excolonias francesas, de Argelia, de Túnez y Marruecos, que no se sienten franceses, musulmanes que han desplazado a los franceses blancos y católicos que casi han desaparecido de algunos barrios de París ¡CLICK!
Al ver cómo cambiaba el dial de la radio respiré, no sin haber pensado antes ¿de qué planeta viene este periodista? En 2 minutos Venezuela, ETA, Sánchez, Cataluña, París, Francia, Macron, islamistas, católicos, colonialismo, comunistas... Impresionante el catálogo, sin parangón. Eché de manos Iglesia, toros, fútbol, judíos, masones vagos y maleantes, pero quizá fue porque no tuve tiempo de escuchar la crónica radiofónica completa.
La solución parece fácil, aunque me quedaría sin este segundo café de la madrugada; claro que igual me debo tomar, en casa, uno al levantarme cual zombie y el otro antes de salir. Si he logrado sobrevivir sin TV ni telediarios ni redes sociales (bendita decisión) también lo podría hacer sin radio, a excepción de Radio Clásica por supuesto, sólo música sin noticia alguna.
¿Sabrá el periodista de esta mañana también de música clásica? Pura curiosidad (malsana).
♫
Alaska y Dinarama, *A quién le importa.
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