Hablo a menudo, o discuto, que podría ser lo mismo, con mi amigo S sobre el presente y el futuro. Siempre, podría decirlo sin equivocarme, terminamos en dos vías muertas, supongo que paralelas, nunca se cruzan (bueno, salvo en el infinito, y éste queda muy lejos); nuestra visión es absolutamente opuesta: económica o social.
Esta mañana, mientras me tomaba el primer café esperando para salir hacia una reunión en el sur de la isla, empecé a leer un ensayo que tenía en la mochila de trabajo, "La utilidad de lo inútil: manifiesto". Sólo leyendo la introducción supe enseguida que Nuccio Ordine era de los míos, o mejor yo de los suyos, no vaya a parecer que digo lo que no quiero decir. ¡¡Por fin alguien que dice lo que yo pienso!!, y muchísimo mejor expresado. Voy a disfrutarlo como un niño con un caramelo.
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