Visitamos Budapest en un tiempo que no volverá, años ha. Ciudad impresionante, imperial, donde recuerdo se comía muy bien y barato. En una de los paseos, éste programado, visitamos el
NEW YORK CAFE, espectacular, al que llaman el Café más hermoso del mundo. No sé si el más, pero desde luego era una maravilla. Allí nos sentamos a saborear un café los tres, como las hijas de Elena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario