Sentado ligeramente paralelo a la luz que entra a raudales por la ventana del despacho de mi casa, mi intención es dibujar un rato, por lo que tengo dos posibilidades, cerrar la contraventana para oscurecer la habitación o esperar a que el sol ascienda un poco más y el rayo de luz se desplace con él Escojo la segunda opción, es una pena no disfrutar de este solito tan agradable. Aprovecho para escribir estas notas y contestar los correos atrasados; el dibujo será esta tarde.
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Robert Shumann, *Fantasies tücke, Op.73
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