Existen dos Españas, no la de derechas o de izquierdas, sino la de los
políticos nefastos y la de los ciudadanos con talento.
https://elpais.com/elpais/2018/11/16/opinion/1542382409_239207.html
Por organismos internacionales de toda solvencia España ha sido
declarado el mejor país del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el
más seguro para viajar solos sin peligro por todo su territorio. Según The Economist, nuestro
nivel democrático está muy por encima de Bélgica, Francia e Italia. Pese al
masoquismo antropológico de los españoles, este país es líder mundial en
donación y trasplantes de órganos, en fecundación asistida, en sistemas de
detección precoz del cáncer, en protección sanitaria universal gratuita, en esperanza de vida solo
detrás de Japón, en robótica social, en energía eólica, en producción
editorial, en conservación marítima, en tratamiento de aguas, en energías
limpias, en playas con bandera azul, en construcción de grandes
infraestructuras ferroviarias de alta velocidad y en una empresa textil que se
estudia en todas las escuelas de negocios del extranjero. Y encima para
celebrarlo tenemos la segunda mejor cocina del mundo.
Frente a la agresividad que rezuman los telediarios, España es el país
de menor violencia de género en Europa, muy por detrás de las socialmente
envidiadas Finlandia, Francia, Dinamarca o Suecia; el tercero con menos
asesinatos por 100.000 habitantes, y junto con Italia el de menor tasa de
suicidios. Dejando aparte la historia, el clima y el paisaje, las fiestas, el
folklore y el arte cuya riqueza es evidente, España posee una de las lenguas
más poderosas, más habladas y estudiadas del planeta y es el tercer país, según
la Unesco, por patrimonio universal detrás de Italia y China.
Todo esto demuestra que en realidad existen dos Españas, no la de
derechas o de izquierdas, sino la de los políticos nefastos y líderes de
opinión bocazas que gritan, crispan, se insultan y chapotean en el estercolero
y la de los ciudadanos con talento que cumplen con su deber, trabajan y callan.
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