Película de domingo por la tarde, inesperada. Sin ordenador aún para trabajar -ya estoy nervioso por el trabajo pendiente que se acumula-, pasé la tarde de ayer leyendo en el salón, con las perritas echadas a mi alrededor, y vi una peli que me sorprendió, con el siempre magnífico Robert De Niro. Optimista a ratos pero triste, mucho. Qué duro es hacerse mayor y quedarse solo. Hoy lunes, día libre, me dedico a preparar cosas para hacer y acabar nada más me llamen para recoger el ordenador arreglado y funcionando. Sigo con los dedos cruzados.
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