El viernes Haendel en el auditorio de Santa Cruz de Tenerife, El Mesías, la Orquesta Sinfónica y el coro dirigido por Antonio Abreu. Muy bonito. Antes, me había dado un salto a echar un ojo a una secadora, porque la mía había muerto esa misma mañana quemada, muy mala suerte. Como llegué un rato antes al auditorio -menos mal que iba pertrechado con un libro y la espera se hizo amena-, me entretuve también escrutando el edificio, una calatravada espectacular, más de lo mismo. Pero claro, como somos como somos, la gran escalinata de la parte trasera (foto inferior) tiene colocada una larguísima cuerda que impide el acceso. Son estas cosas las que nadie entiende, un edificio que ha costado un pastón y al que le colocan una cuerda para prohibir el acceso a una "plaza" superior; acceso que, por otro lado, se salta un turista sí y otro también para sacar alguna foto desde arriba. País.
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