Con el idioma catalán me ha ocurrido como con Madrid, que no me gustaba ni uno ni otra. Afortunadamente hoy, por una cosa u otra, disfruto tanto de la ciudad como del idioma.
Mis primeros viajes a Madrid fueron siempre de paso, o yendo a Estados Unidos o a Kenya, siempre en verano y con un calor de muerte. ¿Horror!, Madrid en verano, con lo bien que estaba yo en Tenerife... Después comencé a viajar a la ciudad por placer, a ver teatro, a visitar exposiciones, a pasear y me enamoré de Madrid, simple y llanamente. Ahora me encanta y es un placer viajar allí siempre que tengo ocasión.
El catalán: ignorante, no me gustaba su cadencia, la rechazaba, repito que por ignorancia. Con el tiempo, y a través de la música -Serrat, sobre todo- comencé a disfrutarlo, a quererlo. Ahora, mientras escribo, precisamente escucho el disco de Serrat "Fa 20 anys que tinc 20 anys".
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Mª del Mar Bonet, *L'aguila Negra.
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