El atentado perpetrado en Francia contra el Charlie Ebdo ha dado todo tipo de repuesta escrita y hablada, como no podía ser de otra manera. Hoy me ha llegado un correo sobre lo escrito (supuestamente, pues es sano dudar de todo en Internet) por el alcalde de Antibes, ciudad de la Costa Azul francesa. Lo transcribo tal y como lo he leído, destacando que estoy totalmente de acuerdo en que la religión se ciña estrictamente al ámbito privado. No olvidemos, entre otras consideraciones, que los países musulmanes no suelen hacer concesiones a los extranjeros, siendo estos últimos los que deben someterse a las costumbres locales.
Ah, lo olvidaba, y al que no coma carne de cerdo -por la razón que sea- que no la coma. Yo, por ejemplo, soy vegetariano, y no por ello dejo de ir a un restaurante donde, además de verduras, sirven carne y pescado.
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El alcalde francés "ha rehusado suprimir la carne de cerdo en las cantinas escolares". Los siguientes son algunos de los argumentos y razones que sustentan la decisión del político:
Los padres musulmanes piden la supresión de la carne de cerdo en las cantinas escolares, y el alcalde ha rehusado categóricamente, enviando una nota a todos los padres para explicarles el porqué:
- Para que los musulmanes comprendan que deben adaptarse a Francia, a sus costumbres, a sus tradiciones, a su modo de vida, ya que son ellos los que han elegido emigrar.
- Para que comprendan que deben integrarse y aprender a vivir bien en Francia.
- Para que comprendan que son ellos los que deben modificar su modo de vida, y no los franceses que los han acogido generosamente.
El alcalde francés "ha rehusado suprimir la carne de cerdo en las cantinas escolares". Los siguientes son algunos de los argumentos y razones que sustentan la decisión del político:
Los padres musulmanes piden la supresión de la carne de cerdo en las cantinas escolares, y el alcalde ha rehusado categóricamente, enviando una nota a todos los padres para explicarles el porqué:
- Para que los musulmanes comprendan que deben adaptarse a Francia, a sus costumbres, a sus tradiciones, a su modo de vida, ya que son ellos los que han elegido emigrar.
- Para que comprendan que deben integrarse y aprender a vivir bien en Francia.
- Para que comprendan que son ellos los que deben modificar su modo de vida, y no los franceses que los han acogido generosamente.
- Para que comprendan que los franceses no son xenófobos ni racistas, puesto que han aceptado a numerosos emigrantes antes de los musulmanes (al contrario que los musulmanes, que no aceptan a los extranjeros no musulmanes en sus países).
- Que los franceses, como otros muchos países, no piensan renunciar a su identidad, a su cultura, a pesar de los golpes de los internacionalistas.
- Que si Francia es una tierra de acogida, no es la ministra Filippeti y el gobierno de izquierdas, quienes acogen a los extranjeros, sino el pueblo francés en su conjunto.
- Que comprendan al fin que en Francia, con, y no a pesar, de sus raíces judeo-cristianas, sus árboles de Navidad, sus iglesias, y sus fiestas religiosas, la religión debe quedarse en el estricto dominio privado, y la alcaldía tiene razón cuando rehúsa todo compromiso con el Islam y su ley (la sharía).
- Los musulmanes a los que la laicidad molesta, y que no se encuentren bien en Francia, les recuerdo que existen 57 magníficos países musulmanes en el mundo, la mayoría de ellos medio poblados, que estarían dispuestos a recibirlos con los brazos abiertos para respetar la ley de la sharía.
- Si habéis dejado vuestros países para venir a Francia, y no para ir a otros países musulmanes, es que habéis considerado que la vida en Francia es mejor que en otros lugares.
Así pues, preguntaros sólo una vez:
- Que los franceses, como otros muchos países, no piensan renunciar a su identidad, a su cultura, a pesar de los golpes de los internacionalistas.
- Que si Francia es una tierra de acogida, no es la ministra Filippeti y el gobierno de izquierdas, quienes acogen a los extranjeros, sino el pueblo francés en su conjunto.
- Que comprendan al fin que en Francia, con, y no a pesar, de sus raíces judeo-cristianas, sus árboles de Navidad, sus iglesias, y sus fiestas religiosas, la religión debe quedarse en el estricto dominio privado, y la alcaldía tiene razón cuando rehúsa todo compromiso con el Islam y su ley (la sharía).
- Los musulmanes a los que la laicidad molesta, y que no se encuentren bien en Francia, les recuerdo que existen 57 magníficos países musulmanes en el mundo, la mayoría de ellos medio poblados, que estarían dispuestos a recibirlos con los brazos abiertos para respetar la ley de la sharía.
- Si habéis dejado vuestros países para venir a Francia, y no para ir a otros países musulmanes, es que habéis considerado que la vida en Francia es mejor que en otros lugares.
Así pues, preguntaros sólo una vez:
¿POR QUÉ SE ESTÁ MEJOR EN FRANCIA QUE EN EL LUGAR DE DONDE VENÍS?...
LA CANTINA CON CARNE DE CERDO FORMA PARTE DE LA RESPUESTA.
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