Todos los periódicos de hoy -a ver cuánto tiempo estaremos leyendo esta majadería- hablan sobre el descanso obligatorio del torero José Tomás por prescripción médica; no se qué problemas neurológicos después de su última cogida. Desde luego los toros a los que ha toreado acabaron bastante peor que con problemas nurológicos, dicho sea de paso, así que por lo menos hasta el año que viene tendremos un martirizador de animales menos sobre la arena. Mis mejores deseos de recupèración para el fulano y que vea la luz, así igual decide dejar el noble arte del toreo. ¡Amén!
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