En el año 1999 se estrenó una comedia intrascendente que acaba de venirme a la cabeza después de leer uno de los titulares del EL PAÍS de esta mañana. Se trata de "Buscando a Eva", cuyos protagonistas eran Christopher Walken, Sissy Spacek, Brendan Fraser y Alicia Silverstone, dirigida por Hugh Wilson (Loca academia de policía, Tess y su guardaespaldas o El club de las primeras esposas).
Atrás queda 1999, ¡bienvenido 2025! Hoy, sin Nikkita ni Kennedy, pero con Putin y T, nos encontramos noticias como ésta:
Un bunker de protección civil en Helsinki (Finlandia), que también se usa como pabellón deportivo, en una imagen de mayo de 2022.STOYAN NENOV (Reuters/ContactoPhoto)
Bruselas pide que los hogares europeos almacenen suministros de emergencia por si llega una crisis climática o una guerra
La UE establece, en una nueva estrategia a la que ha tenido acceso EL PAÍS, medidas de preparación civil en caso de agresión, desastres naturales por el calentamiento global o ciberataques y advierte del “deterioro de las perspectivas de seguridad para Europa”.
María R. Sahuquillo, 25.03.2025
https://elpais.com/internacional/2025-03-25/bruselas-pide-que-los-hogares-europeos-almacenen-suministros-de-emergencia-por-si-llega-una-crisis-climatica-o-una-guerra.html
Europa debe prepararse para una potencial guerra, también para ciberataques, pandemias y los terribles efectos de la crisis climática, advierte la Comisión Europea. Con un tablero geopolítico en ebullición y en plena carrera para el rearme ante la amenaza de Rusia, con el temor a quedarse sin el paraguas de seguridad de Estados Unidos y ante un número creciente de desastres naturales, Bruselas pide que todos los hogares europeos tengan reservas de agua, medicamentos, baterías y alimentos para subsistir 72 horas sin ayuda externa en caso de crisis. Es una de las directrices de la Estrategia de Preparación de la Unión, que presentará el Ejecutivo comunitario el miércoles. Un plan para tiempos de crisis.
“Debemos prepararnos para incidentes y crisis intersectoriales a gran escala, incluida la posibilidad de agresión armada, que afecten a uno o más Estados miembros”, dice el borrador del documento al que ha tenido acceso EL PAÍS, en el que la Comisión explica que dará directrices a los Estados miembros para trazar los preparativos para que la población pueda afrontar con recursos esos primeros tres días clave.
“En un contexto de aumento de los riesgos naturales y antropogénicos, y de deterioro de las perspectivas de seguridad para Europa, es urgente que la UE y sus Estados miembros refuercen su preparación”, dice el borrador de la estrategia, que todavía está en discusión y que puede experimentar cambios. “La preparación y la resiliencia de Europa frente a la violencia armada podrían ponerse a prueba en el futuro”, remarca.
El tono, el escenario que describe la nueva estrategia europea y las medidas que plantea son las de una sociedad a punto de entrar en emergencia, militar o climática. Bruselas plantea 30 acciones clave —desde esa preparación civil en caso de emergencia a elementos más técnicos como maniobras conjuntas y cursos especializados para jóvenes y adultos— para prevenir a la ciudadanía. Y advierte de que para actuar conjuntamente con un “espíritu de solidaridad”, como establecen los tratados, “la UE debe ser capaz de desplegar todos los medios y activos disponibles en apoyo de los Estados miembros”. “Esto podría incluir recursos militares puestos a disposición por los países”, añade.
“En caso de perturbaciones extremas, el período inicial es el más crítico”, avisa la Comisión. Además de ayudar a los Veintisiete con las directrices para afrontar un episodio de desastre y que la población pueda subsistir hasta que se restablezcan los servicios públicos, Bruselas creará una plataforma digital para que los ciudadanos y los viajeros tengan información sobre los riesgos y opciones disponibles (refugios, por ejemplo) en caso de crisis, dice el borrador de la estrategia. Además, el Ejecutivo comunitario también plantea coordinar a nivel europeo reservas estratégicas de fármacos, materias primas esenciales, energía e incluso alimentos.
La nueva estrategia europea —que llega cuando vuelven a aflorar las informaciones de inteligencia de varios Estados miembros de que el Kremlin podría iniciar algún tipo de ataque en los próximos cinco o diez años— forma parte de un paquete más amplio para preparar económica, militar y socialmente a la UE ante cualquier amenaza hasta 2030. En ese paquete está, por ejemplo, la regulación para el rearme europeo, con la que Bruselas quiere movilizar hasta 800.000 millones de euros (la mayoría procedentes de los presupuestos nacionales; y solo 150.000 de préstamos con deuda común garantizada con el presupuesto comunitario). También el plan Europeo de Adaptación al Clima, la ley de Medicamentos Críticos o el pacto Industrial Limpio. En unas semanas, a ese gran paraguas se añadirá otra estrategia, más enfocada a la preparación de las infraestructuras y la preparación ante amenazas híbridas.
El documento que se presentará el miércoles se basa en un denso informe sobre preparación ante las crisis elaborado por Sauli Niinisto, expresidente de Finlandia, un país con una sólida regulación y con la mayor preparación ciudadana del continente en caso de crisis. En su estudio, hecho público el pasado octubre, el exmandatario finlandés reclamó que al menos un 20% del presupuesto comunitario se dedicase a seguridad y preparación para las crisis. Bruselas no entra aún en detalle sobre fondos que, como ocurrirá previsiblemente el capítulo de defensa, será parte de la larga batalla del presupuesto multianual de la UE. Una lucha que ya despunta y que se iniciará oficialmente este verano.
“Cambio de mentalidad”
Se necesita un “cambio de mentalidad” de la ciudadanía, dice el brazo Ejecutivo de la UE, que recomienda, además, que haya una cooperación estrecha entre las organizaciones civiles y militares. Y señala que deberían ejecutarse maniobras periódicas y simulacros a escala de todo el club comunitario para poner a prueba la asistencia de un país a otro, en caso de ataque o crisis. “Europa no puede permitirse ser un mero observador”, dice el borrador de la estrategia. “En caso de agresión armada, las fuerzas armadas requerirían apoyo civil para garantizar el funcionamiento continuo del Estado y la sociedad”, dice el borrador de la estrategia.
Ya hay herramientas y normas para gestionar las crisis. Durante y después de la pandemia de covid-19, que sacudió la UE en 2020, se pusieron en marcha programas que aún subsisten y lecciones. Como el intento de erradicar las dependencias de proveedores externos y almacenar medicamentos esenciales; además de los programas conjuntos de adquisición de vacunas.
Pero la Comisión Europea, liderada por la conservadora alemana Ursula von der Leyen, cree que hay todavía demasiada fragmentación, descoordinación e ineficiencia en la cooperación fronteriza. Y que los programas e instrumentos disponibles son más “reactivos” y no tanto proactivos. “Hay un uso insuficiente de la previsión estratégica, la anticipación y las herramientas de alerta temprana. Se carece de una evaluación integrada de los riesgos, las amenazas y sus efectos en cascada, incluso desde fuera de la Unión”, dice la nueva estrategia.
Además, esa “preparación” necesaria de los hogares, ciudadanos, empresas e instituciones de la UE debería ser “permanente”, asegura el Ejecutivo comunitario. Para ello, Bruselas plantea declarar un día europeo de preparación, para concienciar a toda la sociedad de la necesidad de prepararse y ser resiliente ante cualquier desastre.
Los efectos de la crisis climática
El Ejecutivo comunitario habla de múltiples riesgos y amenazas para los pilares de la UE: la paz y la estabilidad, que en el contexto actual ya no están garantizados, advierte. Y no solo menciona potenciales episodios de “violencia armada”. También advierte de otros peligros —de hecho, en algunos casos ya se han detectado casos— muy reales y de los que la ciudadanía debería ser consciente, como los ciberataques contra infraestructuras europeas esenciales (desde redes de energía a bancos), sabotajes a cables submarinos, gasoductos y oleoductos, grandes oleadas de desinformación con el objetivo de interferir en las democracias europeas por parte de potencias extranjeras.
Además, también alerta de las consecuencias y la necesidad de preparación ante otros episodios que pueden sentirse más cercanos para los ciudadanos de los países del sur, como España o Italia: incendios forestales, fuertes lluvias e inundaciones, sequías. El europeo es el continente que más se calienta, advierte la Comisión en la estrategia. Las inundaciones ocasionadas por la dana en la Comunidad Valenciana el pasado octubre, las de Eslovenia en 2023 y las de varios países de Europa Central en 2024, fueron una llamada de alerta para gran parte de la ciudadanía europea.
“Si no se aborda [esta realidad] mejorando la capacidad estructural de nuestras sociedades para gestionar los riesgos, los costes humanos, económicos y sociales del cambio climático no harán más que aumentar en los próximos años; incluyendo la creciente presión derivada de su impacto negativo en otras partes del mundo, como las interrupciones en las rutas comerciales y las cadenas de suministro mundiales”, dice el documento consultado por este diario. Europa se prepara para un futuro de múltiples crisis.
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