lunes, 30 de agosto de 2021

DOLCE FAR NIENTE

Max Richter & Peter Gegson, *Vocal.

Disfruté de un fin de semana de relax absoluto como no lo tenía desde hacía mucho tiempo. El jueves teníamos el último proyecto a la espera del visado, había regresado de una visita de obra en El Médano y los planos de la rehabilitación en la que también andamos estaban enviados a los propietarios, a falta de conocer su opinión. Así, con el trabajo al día y sintiéndome liberado como nunca, me entregué al placer del doing nothing, al jardín, a la lectura, al ejercicio moderado (ésteeselcamino) y a la siesta.
Los regadores del césped, que poco a poco va recuperando su lozanía, colocados el tiempo suficiente abajo y arriba; los libros, alternando los dos con los que estoy ahora y las siestas, siempre con despertador, a cualquier hora del día, cuando el cuerpo lo demandaba. Placer de dioses.
Ya lunes, lunero sí, nada cascabelero. Dos facturas pendientes y un informe complejo que me va a tener absorto un par de días, eso seguro. La vacaciones se resisten y la vida continúa inexorable mientras la radio nos vuelve a recordar lo terrible que está el mundo: cientos de inmigrantes llegaban este fin de semana a las costas de las Islas Canarias, de Lampedusa y del sur de Andalucía; vivos y muertos.

Dejemos a un lado las desgracias y retomemos el placer de la lectura. El primer libro que estoy leyendo me ha devuelto a la adolescencia, unos años donde leí toda la ciencia ficción que pasó por mis manos. Se trata de una novela que acaba de publicarse, "Más allá del carbono", de Javier Fernández Alonso, muy entretenida, de un autor que empieza y, además, amigo admirado -es tan difícil escribir...-. Compagino la lectura del libro de Javier con la última novela de Julia Navarro, la cual nos devuelve a Oriente medio. No veo el momento de volver a sentarme a leer.

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