lunes, 6 de abril de 2020

NO SE EXPLICA, NO

Pues mira que Pablo Iglesias no es santo de mi devoción, pero reconozco que me enerva toda esta campaña de desprestigio contra su persona, donde todo vale. No debemos olvidar que está donde está porque así lo quiso el resultado de las últimas elecciones democráticas, guste o no guste, y el sistema permite que el Presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez, del PSOE, escoja a sus ministros. Así funciona esto, claro como el agua. Pues bien, a Pablo Iglesias ya no saben cómo atacarlo, si no es con su vida privada (¡a quién le importa!) lo es con cualquier cosa que diga o haga. Si no, ¿cómo se explican estos titulares en un periódico supuestamente tan serio como es El Economista? A veces me avergüenza el periodismo que tenemos.

Alaska y Dinarama, *A quién le importa.

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