Hace un par de meses ¿quién nos hubiera dicho que estaríamos en la situación actual que nos encontramos? Lo que estaba ocurriendo con "un virus" al que nadie prestaba atención era en China. En China. Nosotros, tan felices, continuábamos con nuestras vidas apacibles, viajábamos, asistíamos a teatros, cines, conciertos, reuniones con amigos, almuerzos familiares, oficinas, etc., etc., etc. Nostros, tan ufanos como de costumbre, nunca podríamos haber imaginado la situación actual donde nada es igual, donde TODO lo que dábamos por hecho se ha desvanecido. Vaya una cura de humildad que dirían los budistas... ¡Impermanencia hermanos!
Tantas cosas dábamos por aseguradas que ahora se tambalea lo más mínimo, ya nada es lo que fue e ignoramos si podrá ser de nuevo. Este siglo XXI no está dando cancha a la humanidad, no hay duda: inundaciones, incendios monumentales, hambre, guerra, crisis económica y ahora pandemia como si de la Edad Media se tratase. ¿Y a qué viene este rollo ahora? Pues la verdad es que no dejo de pensar en estos días en el libro de Philip Roth del que han hecho una serie de TV, "La Cojura contra América" (The plot against America). Rotrh nos muestra como lo que dábamos por hecho se desvanecía en un tris; cómo una democracia como la americana caía en las manos de un Presidente filonazi; cómo una comunidad pasaba de ser respetada a repudiada. ¿Les suena esto de algo? La otrora noche de los cristales rotos perfectamente podría ser hoy una noche electoral. ¡Impermanencia!
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