sábado, 11 de abril de 2020

BARRIGUITA LLENA

El Horno de Pan que hay cerca de mi casa, antes llamado Boutique del Pan, cuando estaba de moda algo más afrancesado, parece que abre temprano, como era de esperar. Allí me desplacé, motorizado, para encontrarme con un coche aparcado que ocupaba el 100 del frente del local -no podía hacer dejado un pequeño hueco, y más tratándose de una travesía donde hay que subirse siempre a la acera porque no hay aparcamiento-; aparqué al lado, un local de verduras que estaba cerrado, nadie desayuna verduras, para encontrarme con un búnker plastificado y una señora detrás. Pedí croissants y panes, estos para congelar, y volví a casa con el trabajo hecho. 
Ya desayuné, como estaba previsto, y ahora, con la barriga llena y lo segundo aún sin estar muy seguro, escuchando a Yo-Yo Ma que tova Bach en el salón, acabo de escribir esta chorrada y me siento de nuevo a seguir escribiendo, pero ésta es otra historia que ahora no viene al caso. Así, acercándonos inexorablemente al final del primer mes de confinamiento, pasaremos este surrealista Sábado Santo.

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