Buenos
días a todos, en especial a Alicia y a sus churumbeles. Aquí estoy en casa,
levantado desde hace un buen rato, haciendo tiempo para dejar a Octavia
en la clínica veterinaria (nada grave) y
bajar al tanatorio.
Leo ahora los mensajes amorosos que
han ido mandando desde ayer al chat, mensajes de ánimo a Ali y a sus niños.
Durante el velatorio pudimos disfrutar –escojo esta palabra a propósito- de
unas fotos con Raquel madre, en su casa, de aquellos nuestros años mozos (Maite
y yo calculamos que estaríamos rondando los 22 años). Nos conocimos a los 19
años (German, Nando y yo, siendo muy niños) y nos hemos aguantado, soportado y
querido hasta hoy, a pesar de los pesares. ¿Se han dado cuenta de lo afortunados
que somos? ¿cuántas “personas humanas”, que diría el velillo, pueden presumir
de tener este grupo de amigos de toda la vida. Pocas, créanme.
Ali, no nos tienes que dar las
gracias, formamos una familia y como tal actuamos. Raquel nos ha brindado una
nueva oportunidad para estar juntos y demostrarnos el amor que nos tenemos,
entre nosotros y a las nuevas generaciones que nos sucederán.
Nosotros estamos en tu corazón, pero
eres tú la que está en el nuestro. FOREVER.
Besos a todos y ¡por la vida misma!
No hay comentarios:
Publicar un comentario