Estudié la carrera de Arquitectura en Gran Canaria, primero en Tamaraceite y después en Tafira, ya en el campus universitario de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Aquellos años fueron maravillosos, tanto es así que aún conservo lazos de verdadera amistad con compañeros de carrera, con profesores y, por vueltas de la vida, lazos sentimentales. También compartí muchos almuerzos con mis tíos Mª Nieves -hermana de mi padre- y su marido Cristóbal, desgraciadamente ambos ya fallecidos. La vida nos da tantas sorpresas, muchas de ellas realmente desagradables, que uno no deja de sorprenderse. Con mis primos "no nos llevamos", que diría un buen amigo, por cierto también de Las Palmas; él siempre tan educado. Yo, mucho menos poético, diría que no los quiero ver ni en pintura (acción-reacción, ya sea por acto u omisión), pero con mis tíos tuve siempre una excelente relación y, aunque las circunstancias no permitieron que acudiera al entierro de mi tía hace poco, lo sentí mucho, que una cosa no quita la otra.
¿Al enemigo? Puente de plata.
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