Marco ahora, como cada día, la X en el calendario de mi mesa de trabajo. En él apunto todo: citas, conciertos, reuniones, visitas de obra, vuelos, etc. Éste de marzo, donde ya casi no se ve apunte alguno, ha dejado atrás un juicio no celebrado (otro que sí), un acto de presentación de la temporada de ópera 2020-2021, una ópera en el auditorio, una boda en Gran Canaria y un concierto de piano. Esto es lo que hay.
Ha sido hoy un día movidito. De motero, mascarilla, casco y guantes, tuve tres visitas de obra, rápidas y concisas, y una ida al supermercado, hecho estresante donde los haya. Mochila vacía al salir y llena al regresar y papeleo variado en el baúl de la moto por si me para la policía. Uno se desespera por estar encerrado, pero luego, al estar en la calle, me muero por volver a casa.
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