Releo estos días el magnífico libro de cómic de Guy Delisle "Crónicas de Jerusalén", más aún cuando llegué de Israel hace menos de un mes y aún no he podido sentarme con calma a escribir mi modestísima crónica del viaje, como me gusta hacer para recordarlo en cada foto y en cada letra que escribo aquí.
Jerusalén es maravillosa, se respira Historia desde que llegas a la ciudad o desde que atraviesas una de las puertas de la Ciudad Vieja. Espero que este confinamiento de dé algo más de tiempo para poder escribir que es una de las pocas cosas que sigue apasionándome a pesar de mi visión escéptica de este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario