El paro se triplica y se superan
los registros históricos de desamparo
El Parlamento Europeo abordará
las consecuencias sociales de los rescates.
Luis Doncel Bruselas
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ENE 2014 - 22:41 CET
El estado de excepción económica
impuesto en Europa en los últimos años ha hecho que Gobiernos elegidos
democráticamente fueran sustituidos por tecnócratas; ha impulsado cambios
constitucionales a la velocidad del rayo dictados por el Banco Central Europeo (BCE); ha logrado, en
fin, que cualquier consideración política quedara supeditada a la respuesta de
los todopoderosos mercados. Tras más de un lustro de crisis, estos tiempos
parecen estar llegando a su fin. Y es justo ahora cuando instituciones como el
Parlamento Europeo —presionado por unas elecciones inminentes de resultado
incierto— tratan de tomar la iniciativa política y hacer recuento de daños.
La Comisión de Economía de la
Eurocámara ya prepara un informe sobre la legitimidad democrática con la que
actuó la troika (Comisión Europea, BCE y Fondo
Monetario Internacional) en los cuatro rescates en la eurozona. Los
responsables del informe sobre la troika viajarán este mes a los
cuatro países rescatados y recibirán en Estrasburgo las explicaciones del
comisario europeo Olli Rehn, del expresidente del BCE Jean-Claude Trichet, y del director del fondo de rescate, Klaus Regling.
Otra iniciativa, de la Comisión
de Empleo, se centrará en los daños sociales que ocasionaron los programas de
ayuda en Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre. España queda fuera porque su
rescate se circunscribió a la banca. Un informe redactado por el eurodiputado
socialista español Alejandro Cercas, que confía en llevar al pleno de
Estrasburgo en marzo, se centrará en los efectos que las políticas impuestas
por la troika han tenido en esos países sobre el empleo, la pobreza, el
abandono escolar prematuro y el diálogo social. “En tres años se ha triplicado
el desempleo, se han destruido millones de puestos de trabajo y se han superado
los registros históricos de pobreza. Se ha aprovechado la crisis para destruir
el modelo social nacional”, resume Cercas.
El informe no solo
responsabiliza al BCE, la Comisión y al Eurogrupo —los ministros de Economía de
la zona euro— de las consecuencias de las políticas impuestas, también critica
que estos programas se diseñaron sin una estimación de sus efectos perniciosos.
El texto de Cercas reclama a la
Comisión un informe que recoja “los daños a medio y a largo plazo en los
sistemas de protección social, especialmente en lo relacionado con la lucha
contra la pobreza, el mantenimiento de un diálogo social fluido y el equilibrio
entre flexibilidad y seguridad en las relaciones laborales”. Si Estrasburgo
aprueba ese informe de Cercas, se reclamará a la UE que diseñe planes de
impulso para “apoyar con los recursos financieros necesarios la recuperación de
los niveles de protección social”.
Recuerda además que en Grecia
más de la mitad de los jóvenes están desempleados, mientras que el porcentaje
en Irlanda y Portugal supera el 30%; y alerta de la situación de desventaja que
sufren los parados de larga duración, las mujeres, los inmigrantes y los
discapacitados. “A lo largo de los últimos cuatro años se han destruido en los
cuatro países dos millones de empleos, lo que supone un 15% de los puestos de
trabajo existentes”, añade.
“Denunciamos que la población en
riesgo de pobreza o exclusión social ha aumentado. Solo durante los últimos
tres años, este colectivo ha aumentado un 26% en Portugal y un 15% en Irlanda,
aunque estas estadísticas esconden una realidad aún más dura”, prosigue.
Además, los préstamos de la troika incluían recomendaciones para recortar
elementos fundamentales en la lucha contra la pobreza como pensiones, servicios
sanitarios y farmacéuticos para las capas más vulnerables de la población.
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