Sí, lo sé, lo que nos proponemos a final de año no se cumple nunca, o casi, aunque yo me lo he tomado en serio y lo pienso cumplir. No apostamos porque nunca me gustó, pero quiero que la máxima AÑO NUEVO, VIDA NUEVA se haga realidad. Parece que, en general, el año ha empezado con buen pie, salvo algunas cosillas que, claro está, nos recuerdan que nada es perfecto cuando caemos en la tentación de imaginarlo un solo segundo. En fin, ya me estoy desviando de lo que quería contar.
A ello.
Dieta vegetariana, en principio ovo láctea, para terminar siendo vegano, que es verdaderamente a la que quisiera llegar para sentirme feliz en lo que me he propuesto.
Así voy: Berros, maíz, coliflor, leche de almendras y de soja con calcio, yogur de melocotón con soja, un poco de queso y compota de manzana con canela. Mañana quisiera surtirme de las riquísimas hamburguesas vegetales BURGUER MEL, hechas en Tenerife y que no tienen nada que envidiar a las que puedas comer en cualquier parte del mundo.
Tengo en la nevera una docena de huevos (de gallinas camperas, por supuesto) y verduras para un cocido (calabaza, maíz, zanahorias y algo más que no recuerdo ahora). La cantidad de información y recetas que hay en Internet es ingente, cosa de la que me alegro porque cada vez es más fácil variar la comida con recetas sencillas y sabrosas.
Ya les iré contando.
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