He terminado hace sólo unos minutos "Némesis", el último libro de Philip Roth que empecé hace una semana. Como era de esperar he disfrutado desde la primera hasta la última página, aunque, la verdad sea dicha, no es un libro demasiado optimista. Una vez más el escritor nos presenta unos personajes muy ricos en matices liderados por el protagonista, un joven deportista que vive entre el deber y la culpa. Me dio pena que se terminara tan pronto, pero así son los buenos escritores, los acaban en el momento que debe hacerse. Estaba sentado en el salón de mi casa y, mientras leía, Augusta y Octavia dormían cada una a un lado. ¡Qué felicidad la de los perros y la de los bebés!
Empieza mañana una nueva semana, más de lo mismo, Cambiará un poco, todo hay que decirlo, por las Elecciones del domingo 22 a las que habrá que prestarle atención visto como está el país y el mundo en general. Teníamos una manifestación hoy en toda España, a la cual no he podido asistir por eso del viaje de vuelta desde Gran Canaria, que podría darnos una idea de cómo ha calado la campaña en contra del sistema actual, éste que ha demostrado claramente que no funciona, que está en crisis. A ver qué nos dicen los periódicos de ella a partir de esta noche. Una nueva semana y un nuevo libro que quisiera empezar esta misma noche, "Pastoral Americana", el Pulitzer de Philip Roth que compré nada más llegar de Nueva Zelanda, justo después de leerme su magnífica "La conjura contra América" y que estaba guardando para un momento oportuno, que creo es éste; sigue "Éxodo" esperando a que lo termine de una vez. Me acuerdo ahora de la paella que nos preparó Pablo por su cumpleaños, anoche en casa de miamigo Juan y miamiga Bea, que resultó todo un éxito.
"En la actual literatura norteamericana está Philip Roth y, después, todos los demás." Chicago Tribune.
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