viernes, 20 de mayo de 2011

DEL AZUL AL ROSA

Mi socio Juan y yo proyectamos allá por el año 2001 un sobrio y modesto edificio de viviendas, oficinas y tres sótanos para garajes y un supermercado. Lo dirigió Alexis, un aparejador de quién, a raíz de la obra, me hice amigo también. Como todos los edificios, a medida que se habitan, éste ha ido variando ligeramente según el gusto del propietario, pero en general podemos decir que se ha comportado bien. Hasta hace poco, de aquí este comentario, en que alguna(s) mente(s) privilegiada(s) decidió(dieron) darle "un lavado de cara". Nosotros lo habíamos pintado de un gris azulado con franjas de "gresite", en dos tonos de azul, dependiendo de la fachada (foto); ahora es TODO rosa, más fuerte, menos fuerte, pero todo color rosa. Afortunadamente no tengo foto del estado actual, pues es preferible recordarlo tal y como fue. Claro que, cualquier arquitecto que se precie, sabe que al entregar un edificio lo mejor es olvidarse de él, por lo que pueda ocurrir. Y CASI SIEMPRE OCURRE.

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