Crónica cumpleañera y +
Más bien diría crónica cumpleañosa, pero está claro que la otra posibilidad a no cumplir años no es una opción.
Mis amigos americanos me regalan la entrada para ver Aida este viernes.
Queridos todos:
Mi amigo Willy se tomó en serio lo de celebrar un cumpleaños diferente y ayer no paramos la pata, pero como estas modestas crónicas no tratan de ser un diario sino compartir mis vivencias viajeras, relataré de manera un poco desordenada lo acontecido desde nuestra llegada a San Francisco.
Nuestro verdadero primer día, el lunes, nos despertó con un cielo azul y sin niebla. 12,5km (doce punto cinco, que dirían aquí) de caminata para tomarle el pulso a la ciudad. Empezamos recorriendo Market St., una de las arterias que dividen San Francisco en dos partes.
Vistas de la ciudad desde Twink Peaks con Market St. en el centro.
A medio camino una parada obligatoria en FLAX, tienda enorme dedicada completamente al diseño gráfico y donde uno puede encontrar desde un simple lápiz a lo inimaginable. De aquí directos a Embarcadero, el edificio que da la bienvenida desde el mar (con el que empezaba la Película "Entrevista con el vampiro") y que después del último terremoto han convertido en un centro comercial con una zona de mesitas para comer al aire libre mientras esperas el ferry.
Desde Embarcadero un buen paseo por toda la costa norte, los muelles (piers), la zona más turística del Pier 39 con sus leones marinos incluidos; Fisherman's Wharf donde puedes comer cangrejos y demás mariscos que yo nunca pruebo; Ghiraldelli Square con gradas gigantes donde comer o tomar sol frente a la bahía; Fort Mason, un parque de césped con almacenes marítimos y, por último, Crisy Field, la enorme zona de césped donde los niños juegan al fútbol (soccer) o al football americano, rematada por una larguísima playa frente al Golden Gate Bridge, llamado así porque se colocó justo en la entrada de la bahía -Golden Gate- (Puerta Dorada). Tuvimos la suerte de contar todo el día con un tiempo muy bueno y las vistas al puente fueron espectaculares, más si cabe porque coincidimos con un nutrido grupo de kitesurfistas, windsurfistas y perros paseando. La verdad es que ver a los perros disfrutando de la playa es motivo suficiente para tan largo paseo. Ya sobre las 7:30pm regreso a casa, esta vez en bus. Intentamos ir al cine por la noche pero optamos por cenar cerca y poco más.
Aprovecho ahora para dar las gracias a los que me felicitaron ayer, y a los que no (porque la intención es lo que cuenta), en lo que fue un día diferente y lleno de visitas interesantes. Empezamos por el barrio de Sea Cliff, donde pudimos ver las casas de Robin Williams o Sharon Stone, Baker Beach con vistas del otro lado del Golden Gate que cruzamos posteriormente para llegar a Sausalito y a Tiburon. Comimos en una terraza con vistas increíbles de SF a lo lejos.
Más bien diría crónica cumpleañosa, pero está claro que la otra posibilidad a no cumplir años no es una opción.
Mis amigos americanos me regalan la entrada para ver Aida este viernes.
Queridos todos:
Mi amigo Willy se tomó en serio lo de celebrar un cumpleaños diferente y ayer no paramos la pata, pero como estas modestas crónicas no tratan de ser un diario sino compartir mis vivencias viajeras, relataré de manera un poco desordenada lo acontecido desde nuestra llegada a San Francisco.
Nuestro verdadero primer día, el lunes, nos despertó con un cielo azul y sin niebla. 12,5km (doce punto cinco, que dirían aquí) de caminata para tomarle el pulso a la ciudad. Empezamos recorriendo Market St., una de las arterias que dividen San Francisco en dos partes.
Vistas de la ciudad desde Twink Peaks con Market St. en el centro.
A medio camino una parada obligatoria en FLAX, tienda enorme dedicada completamente al diseño gráfico y donde uno puede encontrar desde un simple lápiz a lo inimaginable. De aquí directos a Embarcadero, el edificio que da la bienvenida desde el mar (con el que empezaba la Película "Entrevista con el vampiro") y que después del último terremoto han convertido en un centro comercial con una zona de mesitas para comer al aire libre mientras esperas el ferry.
Desde Embarcadero un buen paseo por toda la costa norte, los muelles (piers), la zona más turística del Pier 39 con sus leones marinos incluidos; Fisherman's Wharf donde puedes comer cangrejos y demás mariscos que yo nunca pruebo; Ghiraldelli Square con gradas gigantes donde comer o tomar sol frente a la bahía; Fort Mason, un parque de césped con almacenes marítimos y, por último, Crisy Field, la enorme zona de césped donde los niños juegan al fútbol (soccer) o al football americano, rematada por una larguísima playa frente al Golden Gate Bridge, llamado así porque se colocó justo en la entrada de la bahía -Golden Gate- (Puerta Dorada). Tuvimos la suerte de contar todo el día con un tiempo muy bueno y las vistas al puente fueron espectaculares, más si cabe porque coincidimos con un nutrido grupo de kitesurfistas, windsurfistas y perros paseando. La verdad es que ver a los perros disfrutando de la playa es motivo suficiente para tan largo paseo. Ya sobre las 7:30pm regreso a casa, esta vez en bus. Intentamos ir al cine por la noche pero optamos por cenar cerca y poco más.
Aprovecho ahora para dar las gracias a los que me felicitaron ayer, y a los que no (porque la intención es lo que cuenta), en lo que fue un día diferente y lleno de visitas interesantes. Empezamos por el barrio de Sea Cliff, donde pudimos ver las casas de Robin Williams o Sharon Stone, Baker Beach con vistas del otro lado del Golden Gate que cruzamos posteriormente para llegar a Sausalito y a Tiburon. Comimos en una terraza con vistas increíbles de SF a lo lejos.
Mill Valley fue nuestra siguiente parada, disfrutando allí del entorno y de un cafecito hasta que llegamos a nuestra última visita del día, un antiguo fuerte construido durante la 2ª Guerra Mundial para proteger la ciudad de los japoneses (que nunca llegaron porque se quedaron en Peral Harbour), llamado Marin Headline. No hará falta que les comente las vistas desde este punto de la ciudad o del puente. Ya se sabe que los militares tienen buen ojo para ubicar sus chiringuitos.
Como guinda cumpleañera me habían preparado un picnic en la playa, -Ocean Beach-, donde aguantamos sólo dos horas por el pelete. Un poco de comida basura consistente en pollo, papas y salsa de carne; todo muy bueno. Al llegar a casa recibo un mail con la invitación a la ópera y a otra cosa mariposa. Un día menos (o un días más, según se mire).
Hoy ha sido un día algo más tranquilo, que no casero. Un paseo por Duboce Park, Alamo Square, Buena Vista Park, Haight St. (la calle hippy donde empezó la movida de los 60), para terminar en el Golden Gate Park donde visitamos el De Young Museum (obra de Herzog & De Meuron) y la California Academy of Sciences.
Mañana Yosemite, así que no sé si tendremos ganas de cine esta noche. En principio nos espera la última de Resident Evil en 3D, en un nuevo centro comercial en el downtown.
Habrá más.
PD. La esquina entre las calles Haight & Ashbury fue la semilla real del movimiento hippy en San Francisco que comenzó con la reunión de padres ricos que se negaban a que sus hijos fueran a la Guerra del Vietnam. Las reuniones fueron atrayendo a jóvenes antibelicistas de otros lugares y poco a poco la ciudad se convirtió en el centro cultural del movimiento hippy americano de los años 60. La gran mayoría de los niños ricos nunca fueron a la guerra porque el país creó una ley que eximía de alistamiento a los estudiantes universitarios, en aquella época prácticamente todos ellos blancos y ricos.
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