miércoles, 27 de abril de 2022

MASOQUISMO

Me gusta la política, aunque pensándolo mejor debería decir me gustaba la política. Cada mañana, al escuchar las noticias en Radio 5, vuelvo a pensar en volver al 0 informativo al igual que hice cuando el cénit mortal pandémico. Claro que todo es cómo uno se tome lo que oye: están aquellos a los que las noticias le resbalan -yo los envidio absolutamente- y luego estoy yo. Esa chulería con la que hablan, esa prepotencia, esas mentiras reiteradas que no hacen sino recordarnos que somos unos peleles; todo me resulta insufrible. La política nacional y la internacional, el Gobierno y la oposición, Putin y Kim Jong-un, la conferencia episcopal y sus secuaces, los independentistas catalanes, las cuentas del rey y el regreso del otro, los sinvergüenzas comisionistas enmascarillados y el irrisorio "me vengo a enterar ahora" del inefable Almeida... ¡su puta madre!
Sí, he de dejarlo, lo sé.
Menos mal que siempre nos quedará la música y los perros, los libros, los amigos, la familia, el chocolate y París (bueno, y NY también, por supuesto). Y esto es sólo el comienzo de la lista, menos mal. 
¿Y qué hacemos con ellos? Puente de plata.
Barbra Streisand, *Make it like a memory.

No hay comentarios: