miércoles, 16 de diciembre de 2020

AMANECE, QUE NO ES POCO


Uno enciende la radio, ingenuo, tan tranquilo para saber lo que se cuece y, entre medio de cualquier noticia y sin que te lo esperes, te meten a) fútbol y sus ya típicas frases hechas, b) terribles listas de muertos por COVID. Parece que la vacuna no consigue animar al personal, al menos no del todo. Estas Navidades me producen puro estrés, es lo que hay, auunque las vacaciones me vendrán como agua de mayo.

Ayer tuve papeleo por la tarde, una declaración de obra nueva para un edificio que estamos construyendo. Después de una hora y pico en la notaría pudimos firmar y listo. Café con mis amigas y vuelta en moto al hogar -solo llovió cuando estaba llegando, así que tuve suerte, solo se mojaron mis tobillos desnudos-. Enciendo el ordenador con la intención de contestar un par de correos pendientes y al momento recibo una llamada del promotor con el que había estado esa misma tarde en el notario. La escritura se había mandado al banco, al Registro y no sé a dónde más y ¡estaba mal! Me había equivocado en un par de datos y había que rehacerla. Disculpas miles, muy avergonzado, modifiqué los datos y se los envié de nuevo, ahora a ver qué dicen hoy respecto a la rectificación. 

Estoy muy cansado, este ritmo no lo puedo llevar mucho más, me temo que voy a pagar finalmente un precio alto si no lo he empezado a pagar ya.

 

PD. Esta mañana el periodista deportivo estaba sembrado, utilizó todas las expresiones más rancias de la radio futbolera: el equipo blanco, la segunda amarilla, la roja; también la consabida entrevista al entrenador del tipo "estamos motivados" "el fútbol es así" "vamos arriba d'ellos", "lo vamos a dar todo", etc. Solo con intentar entendender un fuera de juego ya me pongo nervioso. Palabrita.

F. Mendelssohn, *Sinfonía Nº4, "Italiana".

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