Comentaba con un amigo lo agotado que me encuentro, no tengo otra forma de describirlo. Las horas del día no son suficientes para lo que hago: estresado por la mañana, cansado por las tardes y muerto por las noches; he aquí la definición de una semana normal para mi.
Lo que más echo de menos ahora es tiempo, tiempo para mi. Siempre he dicho que a lo que debe aspirar uno es a tener saludamor y dinero, aunque ahora añadiría "y tiempo". Hablar sirve de poco, compartir lo que uno siente y padece, o viceversa, no es más que verbalizar un hecho que sólo se puede entender cuando se sufre, algo parecido al horror de ver fotos y vídeos de la boda de otros, del viaje de novio de otros, etc., que sólo se disfruta cuando es uno el protagonista. Con esto del agotamiento pasa lo mismo pero al revés, el dolor ajeno no se puede tomar como propio, aunque se intente (si es que se intenta). En fin, no descarto el tener suficiente fuerza de voluntad para cambiar de vida, si no me cambia ella antes a mi.
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