Se va un compañero de oficina a otro puesto mejor y todos nos alegramos por él, mucho, se lo merece. ¿Qué es lo mejor que se puede decir de un compañero en una despedida? He pensado mucho en esta pregunta para no escribir un tópico tras otro, las frases hechas de siempre, los halagos que pueden parecer vacíos. No, no escribiré así, pero en cambio diré la única palabra que creo resumen lo que pienso de él: compañero. Una de las acepciones de la RAE para definir la palabra compañero dice: Persona que tiene o corre una misma suerte o fortuna con otra. Ha compartido con nosotros todo lo que ha ocurrido en el trabajo, y más, si cabe. No creen que no tiene mucho trasfondo lo que digo, de todos los trabajadores con los que nos encontramos a lo largo de los años no se puede decir lo mismo, la solidaridad no abunda, por lo menos la sincera.
Son dos ya: compañero y solidario.
Un problema sale a la luz, él se ofrece, compartido pesa menos, la solución se vislumbra antes. Me viene a la cabeza otra palabra ahora, amigo.
Y van tres, compañero, solidario y amigo: Luciano.
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