Entro en el coche, al son, abro ambas ventanillas para que se refresque y enciendo el aire acondicionado y la radio, noticias, elecciones o fútbol: muerte quemado o ahogado. Escucho, durante el trayecto a casa, ventanillas subidas, ya más fresco, a los 4 cabezas de lista que se presentan a las elecciones con el afán de ser el nuevo Presidente del Gobierno de España, un país donde el fútbol y lo que ocurre en Venezuela importa más que lo que nos sucede a nosotros mismos, lo que roban los políticos o lo que han robado. Todo da igual, todo se olvida, solo importan las copas y los venezolanos. Pero volvamos a la noticia sobre los candidatos y echemos a un vistazo a lo que nos ofrecen, lo que nos cuentan, lo que nos prometen... hablando claro, lo que nos venden, con lo que nos engañan. Lo gracioso del tema es que, salvando alguna cosa, ¡los cuatro vienen a decir más o menos lo mismo!
Soy tonto, ¿cómo no me he dado cuenta antes? ¡es un guión! todo es puro teatro y ello son actores, algo tan simple como esto. Uno los escucha, tan optimistas todos, y piensa ¿realmente creerán en lo que dicen? Los 4 son los salvadores de la patria, los 4 van a ganar, cada uno es a quien necesitamos para que nos guíe. Son actores, repito, más o menos buenos pero todos actores. Y claro, el guión lleva escrito toda la vida, pero nosotros no tenemos una copia.
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