viernes, 18 de septiembre de 2015

ROMÁN: ¡SILENCIO! SUENA EL ALMA




Convento de Santo Domingo, La Laguna. Tenerife

Las esculturas de Román Hernández no son exactamente la alegría de la huerta, la verdad, pero ¿a quién le importa? Te pueden gustar o no, las puedes encontrar macabras y hasta darte miedo, pero respiran arte. He de reconocer que soy poco amigo, más bien nada amigo, de los huesos o de la taxidermia en el arte, pero en esta ocasión le daré a Román un voto de confianza porque son momentos puntuales, nada más. Simbología religiosa, muerte, literatura, tiempo, equilibrio... un poco de mucho para disfrutar de este magníficamente presentada exposición de escultura (y más). 
Por otro lado, ¿quién no querría darse un garbeo por el impresionante ex convento de Santo Domingo de convertido en flamante galería de arte?








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