miércoles, 16 de septiembre de 2015

MOSQUITO

Muy ufano estaba yo anoche con mi repelente eléctrico para mosquitos en la mano, directo a la cama, pensando ¡esta noche me ahorro levantarme a las tantas, insecticida en mano, para dejar de escuchar el molesto (molestoso, que dirían en los dibujos animados) sonido del dichoso mosquito volador, investigando junto a mi oreja. Así, abro la caja recién comprada que me retrotrae a mi temporada en Kenya, donde no era posible dormir a) sion mosquitera sobre la cama, b) sin repelente para mosquitos enchufados, pastilla verde colocada, y me encuentro que no, no se trataba del artilugio aeroespacial para enchufar, solo había recambios de pastillas, 30 unidades, eso sí, que no me servían absolutamente para nada pues no había dónde colocarlas. ¡Qué torpe soy!, pensé, tirándome en la cama a leer, oído avizor y spray bajo la mesa de noche. Hombre prevenido...  

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