Anoche disfrutamos de la boda de unos buenos amigos, Adolfo e Irene. Se celebró la misa en San Antonio Abad y después nos movimos todos a Tafira. Pensamos que la solución era ir en moto para evitar problemas de aparcamiento, tanto en Vegueta como en la fiesta, y así lo hicimos. La comida estuvo genial, buena música y mejor compañía. Tuve la suerte de reencontrarme con mis buenos amigos de cuando estudiaba aquí, con su familia, con sus (mis) recuerdos. Unos cuantos mojitos, muy buena conversación y a las 2 estábamos ya en casa. Ahora sólo resta desearles la mayor felicidad del mundo.Por cierto, la foto corresponde a una de las mesas de postres. Aparte de las bandejas con dulces que amablemente nos ofrecían, colocaron dos mesas fijas en el jardín una era una fuente de chocolate, y la otra, ésta, una buena ración de golosinas, pastillas de goma, magdalenas y hasta bolsitas de plástico para que te surtieras a discreción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario