Se acaba el día y yo sigo encerrado, aunque hace un momento he cerrado el kiosko, es decir terminé los 4 informes que me había propuesto hacer. Mientras Augusta y Octavia siguen echadas junto a mi. Por cierto, antes fui a colocar unas carpetas en el suelo y pesaban tanto que para evitar que se cayeran terminé yo en el suelo. Por supuesto para las perritas fue una fiesta y tardaron 0,0 seg. en echarse encima, moviendo el rabo como locas, para chupetearme la cara. Estos son los mejores momentos del día.
2 comentarios:
es...que con esas caritas que ponen cuando están tumbadas, hasta yo me hubiera tirado adredes para que juguetearan conmigo!...je
Sí, tienes razón ;)
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