martes, 31 de octubre de 2023

PURO TEATRO (MALO)

Conducir a las 4 de la mañana por una autopista vacía es un placer, claro que lo es por eso precisamente, porque no te encuentras un alma, ni pitas, no colas, ni malencarados (ni malencaradas, que haberlas haylas). Contaba Wes Anderson en su muy recomendable cortometraje "La maravillosa historia de Henry Sugar" (NETFLIX) lo difícil que es estar un solo minuto con la mente en blanco, no digamos tres minutos y medio, quid del argumento del film. Si bien Henry Sugar lo logró, a mi me cuesta un triunfo. Conducía pensando en el chico senegalés de ayer, desubicado, expatriado, solo. Escuchaba, por salud mental, música en Spotify huyendo de las noticias ¡lagarto, lagarto!, hasta que llegué a La Esperanza y en el bar me esperaba la COPE con su sonsonete mañanero. Volví pues a sumergirme en la majadería interminable y eterna de la política y políticos españoles, ¡España!

Todos estos, ministras incluidas, presidentes de autonomías y próceres varios que no acudirán hoy a la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias son simplemente unos maleducados. Si vives en España y cobras un sueldo del estado por tu labor, debes aceptar las reglas del juego, seas republicano, monárquico, vegetariano, carnívoro, mirlo blanco o perro verde, siendo nuestro país una monarquía parlamentaria con un rey y un presidente del gobierno. Este mismo país que te permite tener un micrófono y proclamar a los cuatro vientos sandez tras sandez sin que ocurra nada, he ahí la libertad, he ahí la democracia. Ahora, como Puigdemont no, ni de coña, las reglas del juego son las mismas para todos y no cuela eso de ahora sí, ahora no, como el reloj de Manolo Vieira. Si estás dentro del sistema, estás, con lo que ello conlleva. Hacerle un feo de esta manera a la princesa no tiene justificación alguna, por mucho que la izquierda progre lo justifique con los argumentos de siempre. Si trabajas en un ayuntamiento, gobierne Pepe o Juan, respetas al alcalde porque así son las cosas, educación básica institucional; si estás en el gobierno respetas al presidente y por ende al rey, te guste o no y, el día en que llegue un referéndum sobre la monarquía podrás votar según tu conciencia, pero mientras... Seguro que éstas y estos no van por la autopista a 250km/h, borrachos, atropellando a la gente, no. Las reglas del juego se respetan, pero todas, no se escogen. 

Mientras exista la monarquía, que la princesa de Asturias jure la Constitución es un hecho importante porque asegura que la democracia está asegurada. ¿Cómo no nos vamos a alegrar de este hecho? Tú vas al Congreso, asistes a la jura y luego, si te aprieta el zapato o el braguero te disculpas, no vas al papeo posterior y quedas como una dama o un caballero.

Tolo lo demás es pura mala educación, descortesía, falta de respeto, grosería, actitud incívica y grosera; no olvidemos que su sueldo de ministras y demás se los pagamos todos los españoles, monárquicos o republicanos.
Johnny Hates Jazz, *Turn back the clock.

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