miércoles, 23 de septiembre de 2020

DE PENSIONES Y HOMBRES


Hablaba el otro día con un amigo arquitecto y melómano, arquitect con el que suelo almorzar a menudo y que acaba de jubilarse sobre las bondades de no trabajar, incluso me contaba que la pandemia, salvando el aspecto humano y médico, no le había afectado demasiado porque para él era un placer estar en casa "confinado". Le atormentaba, cómo no, las consecuencias sociales y económicas que el virus nos está dejando y le desconcertaba el futuro que nos espera vivir.

Una cosa llevó a la otra y terminamos hablando de las pensiones, el tiempo que me resta ami para poderme jubilar, lo que se supone que podré cobrar, etc., siempre con la sombra del futuro ignoto sobre nuestras cabezas. Y más, si cabe, en estas islas donde, de una manera u otra, dependemos todos del turismo del que, si te he visto no me acuerdo. Yo, por lo pronto, y sin quejarme que luego me llaman "fatigas", prefiero pensar en el presente y no darle demasiadas vueltas a la cabeza; lo que tenga que ser será. Ahora, como más sabe el diablo por viejo que por diablo, vamos a seguir plantando semillitas, trabajando y cuidándonos de la muerte en lo poco que está en nuestras manos.

Comencemos pues el día con fuerza, no queda otra.

Robert Schumann, *Piano Concerto in A Minor.

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