martes, 19 de mayo de 2020

PÁLPITOS

A medida que van pasando los años las cosas nos afectaN más, ya lo decía el otro día acordándome de Darth Vader. La más pequeña cosa, no hablemos de las grandes, supone un desasosiego perenne como un peso que debemos cargar encima, aunque luego, por otro lado, la cabeza te diga "hay solución, despreocúpate", o lo que es lo mismo "si tus problemas tienen solución..." 
Ayer, por un pálpito, revisé la bomba y voilà,  allí estaba la pobre parada de nuevo, se le había enredado un no-se-qué (foto) en la trituradora hasta que hubo un corto en su interior y adiós. Hoy la llevaremos a arreglar y que sea lo que dios quiera, aunque posiblemente compremos una segunda para tenerla de repuesto, viendo los buenos resultados que ha dado ésta. Mientras, para salir del paso, hemos colocado una pequeña que tenemos para emergencias que, aunque más lentamente, hace su trabajo.
A las 7:00pm estaba ya cambiado y listo para sentarme a trabajar en casa, con el peso del que les hablo, pero que poco a poco se tornó tranquilidad: la bomba pequeña había drenado el agua sin mayor problema y debía concentrarme en papeleos varios a los que me había comprometido, como así hice y terminé.
Me acordaba anoche del guisante y la princesa; en estos momentos todos nos convertimos, de una forma u otra, en la princesa del cuento. Aún así, será hoy un bonito día, un día menos para que podamos vernos. Sí, otro pálpito.
Edith Piaf, *La vie en rose.

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